Los maestros, los directores, y para el caso, todos los colaboradores de una institución educativa, tienen en cada espacio de sus centros de trabajo, un escenario en el que deben poner práctica todas sus habilidades para cautivar a una audiencia que está siempre atenta a sus interpretaciones, y a los mensajes que les transmiten, los niños. Esa responsabilidad debe estar siempre basada en una gran vocación y por supuesto talento, para en cada ocasión, dar una función inolvidable y trascendente. ¡Acompáñanos en este inspirador episodio junto con nuestra gran invitada Hilda Chavez!

    José Inclán: [00:00:36] Hola. Hola. ¿Qué tal? ¿A todos? Bienvenidos. Me da mucho gusto. Me da mucho gusto saludarlos en esta emisión de Campus Dojo. Su servidor, José Inclán, dándoles de nuevo la bienvenida. ¿Una de nuestras partes favoritas de nuestro trabajo, verdad? De estar con ustedes en estas emisiones. Y antes de arrancarnos, también les quiero recordar a aquellos que nos están viendo, ya sea en vivo, en alguna repetición en la pantalla van a ver los códigos QR, así como la dirección para ir a Campus Dojo. En los códigos QR van a poder descargar la aplicación de Campus Dojo, donde van a poder ver episodios anteriores, episodios futuros que tenemos planeados, así como eventos presenciales que estamos realizando. ¿Ya, ya hemos realizado eventos desde Tijuana a Mérida, literalmente eh? Nos va a dar mucho gusto también que la descarguen y estén al tanto de lo que sucede. Y también bueno, quiero darle la bienvenida a el la mejor mitad de Campus Dojo a mi tocayo José Eduardo García. ¿José Eduardo Cómo estás tocayo?

    Eduardo García: [00:01:40] ¿Muy bien, muchas gracias, eh? Como bien dices, siempre decimos es una de las cosas que más disfrutamos hacer podcast, grabar con invitados súper especiales y bueno, seguir compartiendo ideas sobre temáticas que consideramos que puede ser interesantes. ¿Afortunadamente en los eventos que hemos ido teniendo y sobre todo en esta última ocasión de este año, eh, pues la gente nos comparte que que les gusta, que nos han escuchado y eso es interesante para nosotros, Así es que listo para este episodio?

     José Inclán: [00:02:10] Me da, me da mucho gusto y tocayito, pero platícanos un poquito acerca del tema del día de hoy.

     Eduardo García: [00:02:17] ¿Claro que sí, eh? ¿Bueno, hemos estado tratando de pues considerar varias temáticas en en lo que es el manejo del podcast y una de las que estamos trabajando últimamente también es conocer un poco de historias de vida, historias de vidas que sirvan pues como testimoniales, no? De pronto inspiración, por supuesto, para muchas personas, todas ellas relacionadas de una u otra forma con la educación. Digo, para comenzar, todos fuimos a la escuela en algún momento por lo menos. ¿Entonces, eh? ¿Hoy quisiéramos compartir un poquito sobre la experiencia de vida personal y profesional de nuestra invitada, que ahorita tú nos vas a presentar eh? Que está en el ámbito educativo, que es su experiencia docente, pues habla por sí misma, pero que tiene no solo esta tarea de estar frente a grupo y estar con los niños. ¿Hay muchas más cosas en la vida de cada uno de nosotros y sobre esas historias de vida paralelas, digamos que, que, que finalmente se llevan seguramente al salón de clases, al trabajo con los niños en una escuela, sin importar la función que se tenga, eh? ¿Eso es de lo que queremos platicar de hoy y de cómo esto puede en conjunto generar un concepto de felicidad, no cómo? Cómo tratar de conjugar todo para la felicidad de cada uno de nosotros. Por ahí queremos platicar el día de hoy.

     José Inclán: [00:03:32] ¿Claro, claro que sí, eh? Que muy buena introducción Tocayito. Y bueno, vamos a al al buen paso darle todavía más prisa. Vamos a presentar a Hilda Chávez Escoto, nuestra invitada, el día de hoy, que además, como dices, eh, de su trayectoria educativa también tiene una trayectoria trayectoria artística desde niña. Vamos a platicar un poquito más de de esto, pero Hilda, bienvenida.

     Hilda Chávez: [00:04:02] Yei, muchas gracias. Gracias por la invitación.

     José Inclán: [00:04:06] Nos da muchísimo gusto que estés aquí. Nos das mucho gusto que nos acompañes. ¿Eh? Sé que tu agenda está ocupadísima, pero gracias por el espacio.

     Hilda Chávez: [00:04:16] Sí, ya, ya estamos más relajadas. Pero sí, estuvo rudo estas tres semanas.

     José Inclán: [00:04:23] Bastante intenso. ¿Ahorita nos vas a platicar por ti? De hecho voy a tocar un par de clips este. Desafortunadamente Hilda y José no los van a poder ver ustedes, pero nuestra audiencia sí va a poder ver. El primero es un clásico, voy a compartirlo. Ah, y espero que todos lo lo disfruten. A ver, voy a hacer aquí el cambio de pantalla. Excelente. Y vamos, corre! Video videotape. Perdón.

     Laura: [00:05:16] Tu admirador Daniel, Zapata.

     Laura: [00:05:25] Niñas. Una duda. Miren. Daniel se me declaró. ¿Cómo? ¿Qué dices? Me mandó esta carta. Es una carta. La leo en voz alta.

     Laura: [00:05:43] Querida Laura, estoy enamorado de tu belleza y no puedo vivir sin ti. ¿Quieres ser mi novia? Tu admirador. Daniel Zapata. Díganme si no es una maravilla. Estoy tan llena de romance.

     Laura: [00:06:11] Tengo cartas.

     José Inclán: [00:06:14] Muy bien. Acabamos de ver un pequeño clip de la telenovela Carrusel donde muchos de nosotros crecimos con Con esa telenovela. ¿Verdad? Y este. Y Hilda tuvo la fortuna de ser parte de esa de esa telenovela. ¿Platícanos un poquito Hilda, acerca de tu de tu experiencia eh? ¿Cómo fue desde que empezaste con con la telenovela? Platícanos un poquito de de cómo funcionó.

     Hilda Chávez: [00:06:48] Pues era un trabajo casi que de 24 siete. No se oye muy rudo, pero la verdad es que así era. A los siete seis años que empezamos. El llamado era a las 07:00. Terminábamos normalmente a las 15:00 de la tarde, pero había veces que teníamos que trabajarnos hasta las ocho, aunque hicieran locación más tarde. Luego empezamos a la mitad de la telenovela los ensayos de la obra de teatro. Entonces pues era ensayar de lunes a jueves. ¿Eh? Ya cuando empezó la obra era en funciones el viernes, el sábado y el domingo, y luego abrieron funciones el lunes. Entonces de verdad que sí. ¿Era bastante agotador, no? Sobre todo para para mi mamá, que era la que me llevaba, porque pues sí. O sea, yo me dormía en el coche y ya no tenía pila para más, pero sí para mi mamá. Yo creo que era bastante cansado estar en todo ese ese jaleo. Y fueron dos años y medio de este proyecto de telenovela y obra de teatro. Bastante bastante tiempo para telenovela. Normalmente duran máximo así ya muy extensas un año de grabación y nosotros nos aventamos un año ocho meses de grabación más el teatro, las giras por toda la República. Entonces sí estuvo, fue, fue muy padre ese proyecto, creo que que muchos lo disfrutaron. ¿Este nosotros lo disfrutamos también eh? Y llevar la obra de teatro fue lo que más me gustó, ir a a diferentes partes de la República. Como que lo que siempre me gustó fue el contacto con el público. Mhm.

     José Inclán: [00:08:42] ¿Oye, y este? O sea, obviamente, como dices, muy difícil para tu mami. ¿Pero también tú como, eh, como niña, eh? Viviste esa parte de tu infancia, me imagino que muy, muy diferente al resto de nosotros. Yo recuerdo, eh, cuando salió la novela, bueno, en casa no nos la perdíamos, no, no sé tú tocayito Pero en casa era obligatoria verla.

     Eduardo García: [00:09:07] Si quieren les canto ahorita el jingle.

     José Inclán: [00:09:11] ¿Te lo sabes, no?

     José Inclán: [00:09:14] Este. Pero me imagino que por ahí a lo mejor te privaste de esa etapa esos dos años y medio. Obviamente ganaste una experiencia padrísima, pero platíqueme En algún momento dijiste híjole, me perdí esa parte de mi infancia o o en algún momento hubo algún. Regret, como dicen los los gringos.

     Hilda Chávez: [00:09:38] Pues fíjate que no como, como fui hija única, entonces pues igual en casa siempre estaba nada más con mi, mi abuela, mi mamá y y los tíos que este quedaban sin casarse. Pero. Estar ahí, pues siempre estaba rodeada de niños, aunque era un trabajo, pues era muy. Estaba yo muy feliz porque aparte no íbamos a la escuela, o sea, no había forma. Cuando nos decían ay, van a la escuela y nos decían que teníamos que decir que sí, pero no había forma, no había lugar. No, no, no estaba saturado. Mi mamá sí me llevó con una maestra y este. Y por eso pues sabía yo leer, sumar, restar, como que todo lo básico de matemáticas y. ¿Y de español no? Entonces Pues no, no tuve, no me atrasé. La verdad es que eso también fue importante porque no me atrasé en la escuela. ¿Llegué a una escuela que que me ayudaron, me apoyaron, siempre tuve algunas, tanto en la parte social como en la parte académica, como algunos sitios ahí medio complejos, no? Sobre todo en la parte de matemáticas y en la parte social. Muchos dicen ay, es que era súper. Este has de haber sido súper extrovertida, No, al contrario, siempre fui súper penosa, muy callada, o sea, como que sí. Me costó pues algunos años poder aprender a a como encontrar mi mi personalidad. ¿Y también como como identificar esta parte de quiénes eran mis amigos o quién nada más quería estar como cerca por por saber de la telenovela, no? Eso, eso fue un poco complejo después de de la telenovela, pero sí me gustaba estar ahí porque pues a final de cuentas para nosotros era un juego, o sea, todo el tiempo nos la pasábamos jugar a ser el personaje o saliendo jugábamos a hacer otra cosa, entonces nos la pasamos la vida activos, o sea, no teníamos descanso para para hacer travesuras, sí, pero nada más.

    Eduardo García: [00:11:58] ¿La vivieron diferente, no? O sea, una infancia diferente, como dices, pero al final pues también con la oportunidad. ¿Además, por ese tipo de trabajo no? ¿Y si ibas a la escuela, cómo no, nada más que no te calificaban de a De veras?

     José Inclán: [00:12:11] Sí, sí, correcto.

     José Inclán: [00:12:14] ¿Fíjate que que interesante esto que mencionas de de la gente que se te acercaba por por lo de la novela, no? Eh, Full-disclosure Hilda y yo estamos relacionados. ¿Somos somos primos, eh? ¿Y este? Yo recuerdo que no nos empezamos a frecuentar hasta después de la de la de la telenovela y me recuerdo que en una ocasión que que fuiste a visitarnos fuimos a jugar boliche. Me acuerdo, no sé si te acuerdas. Sí, claro, vamos a jugar boliche y estábamos jugando boliche. Y me encontré a un cuate de la creo que ya la secundaria me imagino y este y al otro día en la escuela. Y me dijeron oye te vimos con la con la chava esta de de Carrusel. Y se hizo el borlote en la escuela. Fue cuando dije oye, no manches, fíjate. O sea. O sea. Y dije ay que padre no voy, voy a invitar ahí, voy a invitar ahí la más lugares para que me reconozcan en la escuela. Pero me imagino que te pasaba eso comúnmente. Entonces.

     Hilda Chávez: [00:13:22] Sí. O sea, hubo tiempos que no podía salir yo AA1 centro comercial porque nos sacaban, o sea, la gente no nos dejaba comprar y nos nos tenían que sacar. O sea, mmm, cine ni hablar. ¿Era era muy complicado salir en público porque a final de cuentas pues éramos así, fuimos un fenómeno mundial, no? ¿Eso también es algo que que nosotros no dimensionábamos Pero cuando fuimos, por ejemplo a Puerto Rico o a Brasil, que fueron los dos países que nos llevaron este pues era no no poder salir del hotel y si salíamos en Brasil es la telenovela, fue extremadamente famosa, fue una una euforia total, no? Entonces íbamos en la playa y nos nos reconocían por la espalda porque sabíamos que sabían que estábamos allá. Entonces sí, sí, era a a la vez era. Era como, pues gratificante que te reconocieran, pero. Pero bastante difícil como el niño. Porque dices Ay, pues es que yo quiero salir aquí, quiero ir.

    Eduardo García: [00:14:35] ¿A la playa, no?

    Hilda Chávez: [00:14:36] Ajá. Entonces. Pues fueron más o menos unos que tres años y medio. ¿Cuatro, casi de mucho, mucho, mucha, mucha fama, no? Entonces eso era, eh, era. No es complicado, pero si no se entiende bien cuando uno está niño.

    Eduardo García: [00:14:55] Claro. ¿Oye, Y por qué? O sea. ¿Por qué entraste en esto de la actuación? ¿O sea, de dónde fue el el interés? No sé si tuyo o o de tu mamá en su momento de de entrarle a esto de la actuada.

    Hilda Chávez: [00:15:07] ¿Pues es que a mí siempre me han gustado las telenovelas, como que mi abuela me me cultivó ese gusto por las telenovelas, entonces pues también era como de chiquita, muy muy dramática y siempre estaba a vamos a jugar a esto, no? Y ponía a todos ahí en la casa, que jugaran conmigo y les hacía show y todo. ¿Entonces mi mamá me llevó y me dijo oye, te voy a llevar a un lugar donde hacen las telenovelas, tú me dices si quieres, si te gusta o no, y yo pues bueno, vamos entonces pues ahí fueron diferentes castings porque era uno solo hablar con nosotros, luego ante la cámara y luego ya haz esto, haz el otro, Luego nada más era este, a ver cómo nos llevábamos con la con la maestra nos pusieron diferentes maestras y pues yo yo no, no entendía como que iba a qué iba esto no? ¿Pero a mí me gustaba ahí andar en el argüende de las cámaras, porque aparte yo así soñaba con que veía Verónica Castro, porque entonces yo le decía así mamá, hasta que conozca a Verónica Castro, ya logro mi objetivo, no? Porque vi a Adela Noriega, a Ernesto, todas las telenovelas que en ese tiempo estaban. ¿Bueno, entonces a mí me encantaba irme más a a este a Fanear no? Mhm. ¿Y Y por eso, eh, ya de repente me dijeron me que que te queda? ¿Te quedaste? ¿Quieres ir? Pues sí y ya. Así se dio muy, muy natural, por así decirlo.

    Eduardo García: [00:16:50] Mhm. Mhm.

    José Inclán: [00:16:51] Oye, y bueno, Carrusel, obviamente. ¿Me imagino que la mayoría de la de nuestra audiencia va a saber de qué trata, pero es de este grupo de niños en en primaria y sus aventuras? Básicamente no. Y tienen una maestra, la maestra Jimena, la cual es la maestra que todos quisiéramos tener. No se preocupa por todos los alumnos. ¿Muy cariñosa, eh? ¿Y se preocupa por los alumnos, al punto de que a veces como que funge inclusive como como padre de los alumnos, no? Cuando los papás tienen batallan entra la maestra Jimena para ayudar ahí. ¿Platícame, ahí es cuando nace tu tu inquietud por la educación, o sí o no? ¿Y también cómo es que te influyó a ti esa imagen de la maestra Jimena y posteriormente cuando tú te convertiste también en en en maestra?

    Hilda Chávez: [00:17:51] ¿Pues yo creo que ahí influyó más que eh mi gusto por por la educación, porque cabe aclarar que yo no sabía que había carreras para ser maestro, o sea, lo descubrí mil años después, pero más que otra cosa, siempre he sido como muy soñadora, no? ¿Entonces mi idea siempre fue como mejorar el mundo, ayudar a los menos privilegiados, eh? En no sé, como que siempre era. En pro de mejorar la sociedad. Entonces por eso yo estudio derecho, porque yo quería que no. Que las mujeres que eran, que eran golpeadas o los niños abandonados. No sé mucho, mucho. ¿Este cuestión de labor social era lo que yo siempre tenía como en mente que quería hacer, no? Cuando te das cuenta que la vida cuesta y que y que tienes que trabajar. Pero. Pues entonces empiezo a trabajar y. Y ya con como licenciada y todo y y te enfrentas a un sistema legal mexicano donde está lleno de corrupción y malos manejos y cosas muy horribles. Y dije no, esto no, no, esto no puede ser para mí. O sea, me encantó mi carrera, estudiarla, eh, leer las leyes, interpretarlas, todo eso era para mí fascinante, pero ya ejercer dije no, esto está muy complicado. O sea, no, no, no hay para donde hacerse. ¿No? ¿Eh? No tengo que hacer otra cosa y me llega la oportunidad de empezar a trabajar en una escuela en lo que encontraba trabajo. Entonces yo empiezo a trabajar y me dicen mira tú que eres muy organizada, que sabes cuestiones legales, pues te vas a encargar que los contratos, etcétera, etcétera. Mmm okay, okay, bueno, pero es en la misma escuela en la que estudié mi primaria y secundaria, entonces llego y mi la directora que fue mi directora seguía entonces Ay Hildita, qué bueno que llegaste porque se fue la miss de teatro y yo Ah.

    Hilda Chávez: [00:20:14] Okay, pues qué.

    Hilda Chávez: [00:20:15] ¿Padre, O sea, qué mal, no? Hay que conseguir otra. No, no, no, ayúdame. Métete a dar clases de teatro. Y yo.

    Hilda Chávez: [00:20:25] ¿Por qué?

     Hilda Chávez: [00:20:27] No tenía ni idea de cómo se daba clases. Ni idea de nada. Sí, sí, sí, sí. En lo que contratamos a alguien más. Métete. Bueno, el primer día que entré al salón fue como que. Guau. ¿Qué? Que qué maravilla! Hay una. Hay una frase en Grey’s Anatomy cuando el jefe les dice This is your harina. ¿Yo así entré y dije Este es mi foro, este es mi escenario, no? Entonces empecé a estudiar y me empecé a preparar. ¿Me metí a las clases de los demás maestros, pues para ver qué hacían, no? Para ver que era lo que, cómo, cómo trabajaban con el grupo. Y dije ay no, yo aquí me quiero, que me quiero quedar. Y empecé a trabajar con esta maestra también en los plays de inglés. Entonces era, eh, básicamente para mí era como trabajar en la coordinación de eventos y todo. ¿Entonces de repente estaba yo ahí parada y llegaban y cómo se llama? ¿Miss? Y yo Miss Pues. ¿Y yo no soy Miss, no? Y yo. Hilda. Ay! ¿Y ya de repente era Miss Hildita para todos lados, no? Y yo era así. ¿Me levantaba todos los días y decía esto, esto es algo que me gusta, tengo que hacer más, no? Y bueno, ese ese ciclo lo terminé feliz y empecé a estudiar mi maestría porque también me dijeron los jefes okay, ya vimos que te gusta, ya vimos que los los chicos te responden pues tienes que prepararte y yo uh okay, entonces ya estudié mi maestría en educación.

    Hilda Chávez: [00:22:07] Y ahí fue donde empezó esta. Mi. Mi. El Director General. El fundador de la escuela. Tenía. Bueno, tiene una. Una filosofía de la educación totalmente inspiradora. Yo. Yo. ¿Por ser abogada, siempre era como, muy cuadrada, No? Entonces era todo muy, muy. Tienes que seguir las reglas. Y no es que maestros. Debe de haber un castigo. Y me decían Relájate. ¿O sea, no es tanto así, no? ¿Entonces ya estudiando, eh? ¿La maestría, diplomados, etcétera y sobre todo con la inspiración de de la familia Ogazón que son los dueños eh? ¿Esta pasión por educar, por, eh, por mejorar la vida de de de la gente que está ahí en la escuela, en todos los aspectos, no? O sea, es una una fuente de trabajo, una fuente de inspiración, una fuente de conocimiento y, y al mismo tiempo una fuente de amor para para los los alumnos que van ahí y que esto. Esto es lo que quiero. Esto es lo que quiero hacer.

    Hilda Chávez: [00:23:18] Esta es la forma en la que puedo ayudar a mi país, a la sociedad y. Y decía en un congreso si con que un alumno de 40 responda y entienda lo que quieres transmitir, independientemente de los conocimientos, ya estás del otro lado. Entonces cuando empiezas a empiezan a pasar las generaciones y no nada más era uno, no era diez o 20. No sé, dije esta vez eh, el lo que yo quiero dedicarme toda la vida. ¿O sea, eh, esta parte de enseñar, de de vivir junto con los alumnos sus experiencias, sus tristezas y si ahí entra la maestra Jimena, eh? En esta parte de convertirse, sí, en maestra, pero en alguien que no puede ser tu amigo, no puede ser tu, tu mamá tampoco, pero es alguien en quien puedes confiar y alguien que que no nada más es eh pasajero en en en los momentos no, sino que algo de lo que platicas, de lo que dices, de lo que haces, se queda plasmado en en la vida de de de los alumnos. Entonces, eh, sí, la maestra Jimena no de chiquita, pero ahí sí, si entra como parte de de mi inspiración para para dedicarme a la educación.

    Eduardo García: [00:24:45] Y la y estás en que. Es decir, empezaste con el teatro, pero solo seguiste en teatro, es decir, dando clases de teatro.

    Hilda Chávez: [00:24:53] No me preparé y me certifiqué en inglés. Entonces empecé a dar clases de historia, de formación cívica y ética en inglés. ¿Bueno, primero cívica y ética en español por mi carrera, no? ¿Claro, claro, eh? Después ya las cambiamos a inglés. Entonces sería historia, Formación Cívica y Ética. Inglés también como materia, porque estudié, eh, no nada más certificación de inglés, sino cursos para dar clases en inglés, eh, de inglés más bien. Y estuve como coordinadora muchos años. Luego fui directora y otra vez regresé a la a la coordinación.

    José Inclán: [00:25:34] O sea que no.

    Eduardo García: [00:25:35] Solo es el teatro, es muchas otras áreas de de la enseñanza.

    Hilda Chávez: [00:25:39] Sí, la verdad es que yo siempre, eh, ahora sí que les decía es que enséñame qué hago. O sea, no me quería quedar nada más con un simple lugar, nada más por. ¿Por haber llegado así de desde un privilegio de amistad, sino yo quería ser alguien importante y que se ganara su lugar, no? ¿Entonces en todas las juntas? Pues con los orientadores, con los maestros, como como les platicaba, meterme a las clases para saber cuáles eran las las prácticas exitosas. Entonces de ahí empieza también como mi mi experiencia y es por lo que me confían poder ser directora de secundaria. ¿También di clases en primaria porque se fue una maestra, me dijeron cómo ves? Y yo claro que sí. Entonces siempre he dicho yo cuando me cuando me quiera retirar antes de retirarme, voy a dar clases en primaria. No, porque es una satisfacción tan hermosa estar con en primaria baja. O sea, se me hace fabuloso. No creo que ya el cuerpo me vaya a aguantar mucho, quiera retirar, pero es es mi idea, como retirarme con esa felicidad de los niños pequeños.

    José Inclán: [00:26:56] Muy bien. Oye, Hilda. ¿Pero también por ahí muchos años estuviste o sigues en el ambiente, eh, De la educación, pero también últimamente como que por ahí el gusanito de la actuación continuó no? Platícanos un poquito cómo es que. Hibernó esa parte de la de la educación y luego despierta otra vez. Platícanos un poquito.

    Hilda Chávez: [00:27:24] Pues yo creo que va de la mano justo cuando estaba yo en secundaria. Traía yo muchas ondas de bueno, no yo en secundaria, sino trabajando en secundaria, muchas ondas de de trabajar con con los adolescentes en cuanto a la aceptación personal, en cuanto a a la imagen y y yo tenía idea como que hacer un camp para para adolescentes, pero todo iba muy enfocado a cumplir con un estereotipo que la sociedad marcaba, o sea que todos juntos bajáramos de peso, que todos juntos hiciéramos ejercicio y tener como este apoyo, apoyo emocional y todo. Y vi que no era por ahí. Entonces lo dejé como estancado un poco. Ahora en la pandemia empiezo yo a tomar clases de actuación otra vez, ya de manera más formal y un poco más teórico también. Entonces, eh, empiezo a disfrutar otra vez esa parte de actuar. Yo dejé de actuar porque justo el el último casting al que fui cuando tenía 12 años me dijeron ay no, no sirves, estás muy gordita y muy chaparrita. ¿Entonces primero fue como el shock de no me sirves y el segundo fue okay, por estar gorda está mal, no? Entonces muchos años lo dejé. Y en la pandemia, justo cuando todo se vuelve virtual, digo ay, pues aquí no importa si me ven o no, o sea, yo lo puedo hacer.

    Hilda Chávez: [00:29:01] Y justo otra vez con con mi directora. ¿Ahorita de la hora que les voy a platicar más a Rato eh? Marcos Valdez en unas clases empiezo a sentir otra vez esa, esa adrenalina que que te llena todo el cuerpo así inmensamente te hace feliz de estar actuando. Y dije algo, algo, algo tengo que hacer. Y a la par empiezo con una nutrióloga de de salud en todas las en la en todas las tallas, alimentación intuitiva y empiezo a olvidarme de esos problemas que tenía con la comida a a sanarlos, a alimentarme de una manera sin culpa, sin sin restricciones de de tipos de alimentos. Porque toda la vida me la pasé en dietas restrictivas. Antes de la pandemia bajé 20 kilos y justo en la pandemia, cuando empiezo a a comer fruta y y alimentos que no comía, empiezo a subir de peso y digo por pues si no estoy comiendo en exceso no, pero pues como traía una dieta restrictiva pues empiezo con con y empiezo con problemas de intolerancias a ciertos alimentos que dejé de comer. Entonces empiezo a combinar esas dos cosas y dije algo tengo que hacer algo, algo, algo.

    Hilda Chávez: [00:30:23] Entonces me seguí preparando este. ¿Estuve en unos talleres de comedia musical y la respuesta del del público a mis personajes era es que lo haces muy bien, es que el escenario es tuyo y etcétera no? Entonces dije tengo que hacer el monólogo que tantos años he querido hacer pero que no sabía por dónde llevarlo. Y no, no quería yo hacerlo, porque yo esperaba tener otro, otro cuerpo, o sea, un cuerpo diferente, un cuerpo delgado para poder presentarlo, para poder decir ah, ahora sí puedo hablar de mi experiencia de gorda, para decir que se puede bajar de peso y. Y no es así en realidad y y también en decir que se puede ser feliz ya cuando cuando cumples con los estereotipos y los estándares de belleza que te dicta la sociedad. Y dije no es cierto, ahora soy feliz, tengo un cuerpo grande, soy gorda y lo quiero, lo quiero mostrar a los demás. Entonces hago este monólogo de una gordita con todo, que a la vez es en cada escena tiene un mensaje. Entonces son estas dos partes de de de combinar la actuación con llevar un mensaje a la sociedad que a final de cuentas pues es enseñar, no vienen dentro de la educación.

    Eduardo García: [00:31:53] Me gustó.

    José Inclán: [00:31:53] El nombre. A poner un un clip. Si me permiten unos unos segunditos. Vamos a ver un clip que dura un poquito más de un minuto y que tiene varias tomas escenas de de de la obra. Entonces vamos a tocar ese clip.

    Narrador: [00:32:12] Con un foro repleto. Inició temporada la obra Una gordita con todo el monólogo autobiográfico de Hilda Chávez, pueden hacerle tanto daño a una niña que busca concientizar al público sobre la gordofobia.

    Hilda Chávez: [00:32:29] ¿Es la gordofobia? Es. El pan. Y se van hasta las ganas de vivir. Miedo de sentirme sola, pudiéndome. Acompañar hasta que quites todos los estigmas de peso. No podía entender que alguien se pudiera fijar en eso y corra con todas sus letras. ¿Y saben qué? No es un insulto bonita. Como ya no está pasando como tu. Que su. Oh.

    José Inclán: [00:33:29] Listo. ¿Qué padre dice en el clip? Dice Soy gorda con todas sus letras. Me encanta. Sí, este bueno también. Bueno, nos conocemos desde niños. Tú también sabes que yo siempre he batallado con Con con mi peso. Y este. Y es algo que que definitivamente, eh. ¿Cada vez hay más research, no? ¿Cada vez hay más investigación, eh? ¿Que efectivamente nos lleva a saber con certidumbre científica, verdad? ¿Que habemos algunos de nosotros que por más que le hagamos es es literalmente imposible, no? ¿Eh? ¿Entonces, eh? Llega este este momento verdad en que muchos de nosotros, pues, batallamos con. ¿Las normas, las normas sociales, los estándares, nos dicen que tenemos que de una manera me es imposible de alcanzar ese estándar, verdad? Entonces. ¿Este ciclo de culpa? No. ¿Y es precisamente lo que lo que nos comentas que estás tratando de de de con este monólogo, verdad? Reflejar una luz hacia esto.

    Hilda Chávez: [00:34:46] Justo es, eh. La. Adoctrinar simplemente es mostrar un poco de lo que una persona gorda, porque aparte el término gordo se siente ofensivo porque así lo hemos utilizado. Y justo es algo que también hablo dentro del monólogo de pues es que es un adjetivo calificativo de un cuerpo que es así. ¿Entonces si me dicen ah, es que estás gorda? Pues sí. ¿O sea, qué quieres que te diga, Así es mi cuerpo, no? Y en cada escena hay este mensaje de es un poco de sátira de repente en donde nos reímos un poco de la de la visión que tienen los demás acerca de los gorditos. No. ¿Qué comemos todo el tiempo? ¿Qué somos flojos? ¿Qué no nos amamos? O simplemente el hecho que piensen que no hemos hecho nada para bajar de peso. ¿O sea, eso es algo muy común, no? Y y la verdad es que este monólogo a mí me ha terminado de sanar. ¿Muchas, eh? Pues no cicatrices ni heridas, porque al final de cuentas es como uno lo quiere ver, sino muchos pues así eh, como pensamientos o creencias que uno tiene y me ha ayudado a combinar estas dos partes de mi vida. ¿A veces eh? ¿También la gente piensa no, pues ya te deberías dedicar a eso, no? Tampoco a mí me gusta dar clases, es parte fundamental de mi vida. El estar en un salón de clases es lo que me mantiene cuerda en los dos aspectos. Como que ahora soy muy feliz por estar en el teatro, pero mi mi vocación de eh diaria es levantarme y dar clases.

    Hilda Chávez: [00:36:43] Eh, eh. Ahora trabajo también en una normal y por eso te decía yo no sabía que existía una carrera para ser maestros y cuando empiezo a trabajar en la Normal. ¿Empiezo a consolidar, como todas las ideas que que había yo he generado al estar en en la dirección o en la coordinación de mi escuela, cuando tengo la posibilidad de estar en la formación de formadores, digo no, wow, Qué? ¿Qué cosas tan increíbles puedo hacer, no? O sea, soy parte fundamental de del progreso. O también, si no, no hago bien mi trabajo de dar una generación de docentes o llenos de principios, valores y conocimiento o no, entonces sí es una responsabilidad bien bien grande que con esta parte del teatro ahora lo combino. Afortunadamente ahora me están dando materias de arte, o sea de teatro en la enseñanza de preescolar, en enseñanza de primaria. Y les digo a los muchachos es que es fabuloso lo que podemos lograr con las artes, o sea, con, con, con teatro, leyendo cuentos, haciendo obras nosotros mismos, generando personajes para para dar nuestras clases podemos lograr que los alumnos tengan un mejor entendimiento y ganas de aprender. ¿Entonces todo esto este año eh escolar, este ciclo escolar se ha ido como consolidando todos estos proyectos que me hacen sentir más joven, más llena de vida y con más ganas de generar muchos más proyectos, tanto en el salón de clases como en la escuela, no?

    Eduardo García: [00:38:40] ¿Fíjate que ahorita que lo dices, el yo creo que tiene siempre he pensado yo que también he estado en el ambiente educativo, que las las maestras pues literalmente montan un show, no? Unos más que otros. ¿Algunos son capaces de desarrollar personajes, no? ¿Eh Dentro del aula y fuera del aula y que son los que trascienden en nuestras vidas como estudiantes, no? Ese maestro del que te acuerdas que era un personaje. Yo tuve una maestra en preescolar. Les voy a contar esta anécdota que se llamaba se llama Miss Perlita. ¿Gracias a Dios todavía vive y ella trabajó en el preescolar, en esa escuela donde yo estudié, pues desde que era estudiante empezó a hacer sus prácticas profesionales y ahí estuvo hasta que se jubiló, digamos no? ¿O sea, toda su carrera la hizo ahí y yo me acuerdo mucho, es una maestra muy querida, es una maestra que en la comunidad, incluso de la zona me refiero, donde está la escuela es conocida, no? ¿Porque es maestra de catecismo, es maestra de talleres en las tardes es maestra, no? Y muchos años después yo me encontré mi diploma de preprimaria cuando ella fue mi maestra y firmaba mi diploma, María Luisa Sáenz Saldaña. ¿Y entonces me acuerdo que le pregunté a mi mamá Oye, qué no era mi miss mis Perlita? ¿Ah, sí? Pero es que mis perlitas no se llaman mis Perlitas. Se llama María Luisa.

    Eduardo García: [00:40:04] Pero ella siempre se dijo mis perlita, porque así le decía su papá que era como una perlita. ¿Entonces, literal, hasta nombre artístico tiene, no? ¿O sea, es mi perlita, no? Y todo mundo sabemos que no es un hombre, pero ese es su. Ese es su. Ese es su nombre artístico. Yo en la pandemia, por ejemplo, mi esposa es maestra. No, y Y tuve la ocasión. ¿Yo creo que muchos papás, además también tuvieron esa oportunidad de ver a los maestros literalmente montando shows, no frente a una computadora, preparando como una actriz de teatro, leer sus guiones, sus props, no prepararse en en qué ibas a hacer Unos más que otros, insisto, como lo hay en los actores, no? ¿No todos los actores son trascendentales, pues porque hay para quienes solamente actuar es un trabajo más y hay para quien realmente es la oportunidad de trascender en alguien más, no? ¿Y lo mismo es yo creo en en el caso de los de los maestros no? ¿Al final yo lo que leo es que tu vocación es transmitir, no? ¿Transmitir emociones, eh? No precisamente conocimientos, sino transmitir a través de ti y de todo lo que tú eres. No todo tu ser completo, física y emocionalmente a quien está frente de ti, no sea un grupo de niños, sea una audiencia de teatro, sea una audiencia televisiva, no y y eso es algo que inclusive como saben últimamente, bueno, ya últimamente es un decir.

    Eduardo García: [00:41:31] Pero bueno, en nuestro país de pronto esta figura del docente es precisamente lo que se ha tratado de dejar claro. ¿A ver, el maestro no está para transmitir conocimientos, no? Eso está en los libros, o sea, puedes estudiarlo y leerlo. ¿El maestro está para convertirse en ese vehículo que que permita al estudiante encontrar sentido en lo que está viendo y de pronto descubrir su vocación, no? ¿Habrá quien quiera ser maestro, quien quiera ser actor químico, eh? ¿Lo que sea, no? Pero de ahí la trascendencia del del del maestro. Y yo veo, creo que aquí viene esta importancia y esta relación con el actor. ¿El actor, como tú dices, tiene y ha tenido a lo largo de la historia de la humanidad en el teatro un papel fundamental, porque es una de las maneras en las que se ha podido representar la realidad de una época y compartirlo con la gente, no? Y yo creo que eso es lo fuerte de de ser. ¿Yo creo que el maestro es ese gran actor, no? Dentro de su aula o del espacio en el que esté, insisto. Y es respetable también, no todos con la misma intensidad, con la misma, eh, el mismo compromiso. ¿Pues es natural, no? ¿Eh, Pero yo creo que así lo leo yo en ti no, tu vocación es transmitir en donde estés, no?

    Hilda Chávez: [00:42:51] Mmm Fíjate que hubo un proyecto que hicimos y yo hice una conferencia que se llamaba El éxito después de la fama, porque justo cuando estás como ahorita ya tengo 41, pero en los treintas, por ahí, ahí como si ha pasado tanto. Pero sí siento.

    Eduardo García: [00:43:10] Como no se va, se va de volada.

    Hilda Chávez: [00:43:13] ¿Empiezas como esa comparación con todos mis compañeros, pues todos egresados de de universidades particulares, eh? ¿Yo también, pero no, no tan renombradas no? Y empiezas a ver la diferencia de los sueldos. Y empiezas como a tener esa, como esa incertidumbre de estoy haciendo bien las cosas no las estoy haciendo. ¿En qué se basa el éxito? ¿No en se basa en en en situaciones económicas o qué? Y y justo lo comparo porque en esta parte de de ser actor Cuando era niña fui muy famosa. Mhm. Y Y sí, tuve un gran éxito también porque el ser famoso pues también te te. En ese tiempo no era como ahora, no, en ese tiempo sí tenías como que dejar algo para para tener, para ser famoso y y y pues viene acompañado el éxito. ¿Ahora hay muchos que pueden ser famosos y no precisamente por un mensaje positivo, no? Entonces yo hacía esta comparación y decía a ver en qué se basa el éxito. Y justo lo que dices, esta esta parte de transmitir dentro de del salón de clases emociones, sentimientos, valores, guiar, conocimiento, etcétera, etcétera, etcétera. ¿Eh, me acuerdo muy bien una niña que que hicimos un un curso porque era un grupo que los maestros ya estaban hartos de ellos, no? Entonces la directora y yo que estaba en coordinación, hicimos un curso y años después me dice la niña, no me acuerdo qué hicimos, pero yo me acuerdo que gracias a ustedes fui muy feliz y recobré las ganas de ir a la escuela.

    Hilda Chávez: [00:45:00] Entonces todas esas experiencias, todos esos comentarios, digo, es que soy extremadamente exitosa en lo que hago, No necesito un reconocimiento de ser famosa, pero si soy exitosa no lo voy a calcular económicamente porque no tiene, no tiene comparación mi, mi profesión, mi vocación con lo que hacen mis amigos. ¿Entonces fue todo este proceso para crear esta conferencia del éxito después de la fama que se la di a puros adolescentes y ya dije ay, qué me van a estar haciendo caso, no? Y al final de del proyecto nos dicen, me dicen es que me gustó muchísimo porque ahora sé que me puedo dedicar a lo que quiero y lo que me gusta hacer. ¿Y yo voy a voy a hacer, me decía Bueno, quieres ser diseñador de juegos de videojuegos y no importa cuánto me voy a tardar, Entonces todas esas, eh, experiencias como tú dices, de transmitir justo es como lo que me encanta hacer, no? Es donde, donde y y el salón de clases es un un escenario fabuloso para poder.

    José Inclán: [00:46:17] Oye, oye, Hilda, yo te quería preguntar. Nos quedan ya unos minutitos, Desafortunadamente. Y como sabes, la mayoría de nuestra audiencia son directivos escolares. Y me imagino que va a haber un buen número de ellos que a lo mejor batallan con algunos de sus docentes que son muy cuadrados, que no inspiran a lo mejor o que les hace falta a lo mejor ese empuje. Tú que has estado en la trinchera de directiva, de docente y también capacitando eh docentes en la Normal. ¿Si nos pudieras dejar tres tres tips de cómo ayudar a nuestros hijos, a los docentes en nuestras escuelas a que sean más inspiradores, más efectivos con sus eh alumnos, cuáles serían esos tres tips? Hilda. Uf.

    Hilda Chávez: [00:47:09] Qué buena pregunta. Bueno, yo creo que una es a veces los docentes no se sienten escuchados. Entonces, validar los sentimientos de los docentes creo que es algo que los motiva a que nos motivan, porque hablo yo también desde mi a hacer. A sentirse parte del proyecto educativo del colegio. ¿El que lo que me pase, lo que lo que yo viva en mi vida también es importante y que no justifica a lo mejor algunas de las acciones que yo podía tener, pero que sí sabes que que que pasa no? O sea que vivo, que soy humano y que tengo emociones, sentimientos y y demás. Eso creo que es algo fundamental y que siempre, tanto como directora dentro de mi equipo lo lo traté de hacer siempre y con mis alumnos y que sí, más allá de esto también está la responsabilidad, pero una vez que validas los sentimientos de los de los del profesionista, del profesional de la educación, algo cambia, algo cambia en en ellos y hacen que se sientan parte real, como te digo, del proyecto educativo. Dos Creo que. Tiene dentro de lo mismo el el el el hacer los proyectos o o el el toda la planeación escuchando a todo el equipo. Eso motiva muchísimo. Cuando tú haces parte de tu planeación institucional a a tu a tu docente, tú como docente te sientes el más empoderado de decir lo vamos a lograr, lo vamos a hacer. Y el reconocimiento. Yo creo que el reconocimiento tanto como de las cosas que que no se hacen bien, porque creo que eso es muy importante eh de un líder de el el guiar para que no se vuelva a repetir una mala acción o una acción errónea en ese momento. Pero el reconocimiento a todas las acciones que uno tiene, obviamente no vas a estar todo el tiempo ahí. Que bueno que lo hiciste, pero eh, pero ese ese reconocimiento creo que a final de cuenta, como lo decías tú, tú Pepe, son o no sé si bueno, tú Pepe, los dos son Pepe.

    Eduardo García: [00:49:35] A Pepe justamente.

    Eduardo García: [00:49:37] Vamos a montar un show nosotros sí.

    Hilda Chávez: [00:49:40] Eh, Como introducción la de Pepe, algo así. El el final de cuentas todos somos actores dentro de un salón de clases y como actores a veces es difícil que el público inmediato que son tus alumnos lo reconozcan. Pero si el público, que el que está contigo te reconoce las las acciones que están estás haciendo bien y te guía para orientar las que no, creo que eso es algo fundamental en la vida de una persona que está al frente de un grupo, como sea, o sea, ya sea de maestro o de o de actor. Por eso yo yo ahora lo puedo comparar y digo si el reconocimiento es fundamental. Espero que les ayude.

    José Inclán: [00:50:31] Claro, claro. Creo palabras super sabias. Este tocayito tu que también. Luego estás en la en la trinchera educativa.

    Eduardo García: [00:50:42] ¿Y en el show también les platico que hace poquito yo soy muy introvertido como tú dices no? ¿A veces la gente cree que no me considero actor, pero bueno, la gente que nos dedicamos a estar frente a veces un escenario eh, pues este cuenta chistes, aviéntate, imita una voz a ver a este, hazle como la vocecita de no sé quién y y pues no, no es así, no? Y hace no mucho tuve la ocasión de compartir un momento de trabajo de este tipo con mis hijas. Eh! ¿Estaban mis hijas que ya son grandes, 20 años y 17 tienen y estaba yo en un evento social en el que yo era el anfitrión, digamos, pero era de trabajo, no? ¿Entonces estaba yo haciendo relaciones públicas, no? Y hola, bienvenidos y Y me llamó mucho la atención porque terminado me dicen mis hijas mira quién te viera, qué diferente. ¿Y bueno, justo les decía si esto es un personaje, es decir, yo no ando por la vida como estaba en ese momento, no este trabajando literalmente y además buscando un objetivo de comunicación, no, en ese evento tenía un objetivo ese personaje no? ¿Y lo tiene cada que lo hago, como cuando doy alguna charla o algo, pues tiene un objetivo estar ahorita aquí no estamos haciendo lo mismo, entonces sí, yo también creo que esta, esta dualidad de los maestros, de ser actores no y transmisores AL Al estar en un salón de clases, a lo mejor algunos ni se han dado cuenta o no lo han pensado, no lo sé, pero yo creo que es esta gran oportunidad de tocar a una audiencia, no? Que eso es lo más importante.

    Eduardo García: [00:52:20] Y con esa responsabilidad, es decir, tú le puedes poner una obra de William Shakespeare a alguien y dormirlos. ¿No? O O hacerlos pensar que es lo peor que han visto en su vida. O al revés, no llevarlos a las lágrimas y al éxtasis y. ¿Y eso sucede también creo que en el salón de clases no hacer sentir a alguien bien, no? ¿En un espacio agradable, un maestro con sus niños o pensar que es el peor lugar en el que pueden estar, no? Entonces esa responsabilidad que que tenemos quienes estamos en el ambiente educativo de una u otra forma, no, porque el escenario cambia. ¿A lo mejor el escenario es tu oficina, no? El el escenario es el patio. Depende de donde estés. ¿No? Pero finalmente estás en ello. Esa esa responsabilidad. Creo que es mucha. Y es. Es algo también padre. No. De de lo que podemos hacer. El transmitir, tener la oportunidad de construir y reconstruir nuestro personaje las veces que sea necesario. ¿Eh? Tratando de tocar a la audiencia que tienes en frente. Entonces yo creo que eso también es muy, muy bonito.

    José Inclán: [00:53:22] ¿Qué, padre?

    José Inclán: [00:53:23] Muchas gracias por compartir eso, Tocayito. Y sí, definitivamente A veces necesitamos canalizar estos personajes para poder comunicar nuestro mensaje de una manera adecuada y que tenga el impacto que estamos buscando. ¿No? Correcto. Muchas gracias por compartir tu crédito, Hilda. ¿Nos ha encantado tenerte, eh? Espero que esta sea la primera de varias. De hecho, cada cada vez que grabamos este, este, este streaming, este podcast, siempre nos quedamos con ganas de seguir este charlando. Entonces te tendremos de vuelta, ya lo verás.

    Hilda Chávez: [00:54:03] Claro que sí, cuando quieran. A mí me encanta echar el chisme, echar el.

    Hilda Chávez: [00:54:07] Chat.

    Hilda Chávez: [00:54:09] ¿Y bueno, a quién no?

    Eduardo García: [00:54:10] ¿A quién no?

    Hilda Chávez: [00:54:11] Fabulosos. Claro que sí.

    José Inclán: [00:54:14] Sí, sí, sí, obviamente. Y claro, también. Siempre y cuando nos aceptes la invitación. No, pero nos encantaría tenerte de vuelta.

    Hilda Chávez: [00:54:21] Muchas gracias. Yo puestísima como calcetín.

     José Inclán: [00:54:25] Excelente. Pues gracias, Hilda. Vamos a despedirnos. ¿Eh? También quiero recordarles a nuestros escuchas a la gente que nos está viendo. No se les olvide descargar la aplicación oficial de Campus Dojo. Aquellos que la están, eh, que nos están viendo. Pueden ver el código QR para descargar la la aplicación o pueden dirigirse a Campus Dojo Punto com. Y ahí en el sitio web van a ver también las ligas para descargar el app, etcétera. Y bueno, sin más los dejamos. Muchísimas gracias por acompañarnos en esta edición de Campus Dojo y nos vemos a la próxima.

    Eduardo García: [00:55:03] Hasta pronto.

    José Inclán: [00:55:09] Un servicio de campus móvil.

    José Inclán: [00:55:10] Con todos los derechos reservados por Uplift Educational Solutions.